Justo en el momento que la Naturaleza nos invita a
interiorizar, a quedarnos en espacios cálidos para simplemente ser y existir,
la sociedad nos convoca salvajemente a salir a las calles, a vaciar los
bolsillos y las tarjetas en los centros comerciales, a soportar caravanas de
vehículos y personas que van y vienen sin sentido por las carreteras acercándose a las
tiendas, o dando vueltas sin parar alrededor buscando aparcamiento.
Toda una danza en movimiento acompañada de miles de luces de
colores artificiales, simplemente para consumir en nombre de la felicidad que
nos ofrece la Navidad, esa fiesta supuestamente religiosa que ha sido devorada
por el capitalismo neoliberal.
Nadie habla en estas fechas, o muy pocas lo hacen y mucho
menos escuchan, de lo fatídico que es para el planeta este complejo de termitas
que nos da de repente, niveles más altos al resto del año, este querer devorar
todas las estanterías de las tiendas, ya sea comida, ropa, juguetes,
tecnología…da igual su procedencia, su fabricación, da igual las personas que
están detrás de todo ello…..todo da igual. Lo único que importa es comprar para
consumir, comprar para regalar bajo el mensaje bien construido de "noches de
ilusión para vivir en familia…"
Mientras, en esos países donde se ha fabricado todo esto que
consumimos alegremente, están agotadas hasta lo más profundo sus riquezas materiales y
humanas, llegando hasta límites que desde aquí apenas percibimos…o no nos interesa
percibir.
Hasta cuando Felices Fiestas?
Ojalá algún día nos pongamos todas de acuerdo y decidamos generar, de verdad, noches y días de ilusión para vivir en familia, rodeadas de la gente que queremos sin este consumismo bárbaro que condena las noches y días de ilusión de familias en otros lugares del mundo.
#OtroMundoEsPosible
#HastaQueTodasSeamosLibres
#HastaQueTodasSeamosLibres
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